Visitas: 672 Desde hace muchos siglos los juegos de azar han sido uno de los métodos de entretenimiento más populares del ser humano. Hoy en día, los juegos de azar y las apuestas son el principal pasatiempo de millones de personas en todo el mundo. Especial relevancia han cobrado en la última década los casinos online . Estas plataformas proporcionan a sus usuarios cientos de juegos totalmente distintos, formas de apuestas muy diferentes, así como ofertas de lo más atractivas. Todo ello con la mayor facilidad de acceso y sin restricciones, salvo por edad. Sin embargo, durante siglos el mundo de los juegos de azar fue muy distinto a lo que hoy conocemos. En épocas anteriores, la mayoría de la población que quería apostar tuvo que enfrentarse a injustas sanciones. Llegados a este punto, también resulta importante remarcar que siglos atrás los humanos nos relacionábamos de diferente manera. La sociedad tenía puntos de vista muy distintos a los de ahora. No obstante, lo que nunca ha variado es la predilección de gran parte de la población por las apuestas como forma de entretenimiento.
Los juegos de azar en la Edad Media
El medievo fue una de las épocas más oscuras que tuvo que experimentar el ciudadano de a pie en la civilización occidental. Un periodo en el que la Iglesia con sus cruzadas, las guerras constantes, la peste y los reyes más perversos que hayan gobernado por Occidente, impidieron el avance del ser humano durante siglos. Todo aquel que no formara parte de las capas más altas de la sociedad tenía que enfrentarse al esclavismo, las persecuciones, la censura y el hambre. Dicho de otra manera, los campesinos – la mayor parte de la sociedad- estaban condenados a una vida de trabajos extenuantes –a cambio tan solo de comida- hasta el fin de sus días. Mientras tanto la nobleza, a expensas de los campesinos, tan solo tenía que dedicarse a programar cuales serían los próximos banquetes, bailes de palacio, cacerías o juegos, durante su eterno tiempo libre. En este sentido, los juegos de azar fueron los más populares entre los nobles del Medievo. Durante esta etapa de la historia, en los castillos era común que los reyes junto a su sequito y las capas más altas de la sociedad, celebrasen eventos en los que los juegos de azar fueran los protagonistas.
Prohibiciones para el ciudadano humilde
Como ocurría con muchas otras cosas, durante la Edad Media los ciudadanos más humildes tenía prohibido o restringido jugar a los juegos de azar. Por norma general, los campesinos no podían apostar. Sí lo hacían se enfrentaban a severos castigos que incluían los latigazos y la cárcel. No obstante, esto no impidió que gran parte de la plebe apostase. Sin ir más lejos, los juegos de azar se convirtieron en el mayor pasatiempo en el campo de batalla. Durante los descansos de las campañas militares, los soldados dedicaban buena parte del tiempo a apostar a los dados o al ajedrez. Del mismo modo, la tripulación de los barcos que acudían al Nuevo Mundo, durante sus largas travesías, solían apostar casi a diario a juegos como el “cara o cruz” con una concha de mar.
Por otra parte, el famoso juego de las “tazas y las bolas” se hizo muy popular en las tabernas. En estos establecimientos para la plebe, los dueños solían acondicionar salas secretas donde se podía apostar. Todo ello pese a que cualquiera miembro de la plebe que fuera visto jugando se enfrentaba a duras sanciones. En esta época, tan solo los miembros de las capas bajas de la sociedad que ostentaban el rango de caballeros podían jugar. Como podemos ver, algo muy distinto de lo que ocurre en la actualidad. Hoy en día –salvo por las restricciones relacionadas con la edad del jugador- podemos jugar en cualquier establecimiento de apuestas o en los casinos online .
Las apuestas en las monarquías feudales
El menosprecio y la tiranía hacia las clases pobres de la Edad Media eran también evidente en los juegos de azar. Como ya se ha comentado, el Rey, la nobleza y los descendientes de ambos podían jugar a lo que quisieran. Apostaban a cualquier cosa, como y cuando querían. Nadie podía impedírselo. Además, era bastante común que las apuestas estuvieran amañadas a su favor. Como es el caso del Ricardo II, quien gano innumerables partidas a los dados. Posteriormente, se supo que los dados estaban elaborados de tal forma que el resultado siempre beneficia al rey. Algo impensable y penado por la legislación actual en los establecimientos de juegos de azar y los casinos online .
No obstante, artimañas como las de Ricardo II no fueron siempre lo habitual. Por ejemplo, el rey ingles Enrique VII, según los relatos de la época, perdió numerosas partidas a los dados y al ajedrez. No obstante, esto no impidió que el mismo aprobase numerosas leyes que prohibían a los campesinos y artesanos apostar. Sin duda una doble vara de medir, como era común en todos los aspectos de la sociedad de aquel entones. ¿Y en España? En nuestro país la ley era mucha más benévola que en el resto de Europa, pues todos los ciudadanos podían apostar. Sin embargo, las sanciones por, por ejemplo, impago de una deuda contraída por el juego, eran muy diferentes entre cristianos, judíos y moros. A los cristianos solos se les imponían sanciones económicas. A los árabes y judíos tanto sanciones de este tipo como penas de prisión.
El juego en la actualidad
Actualmente –salvo casos excepcionales donde está prohibido el juego- todos los ciudadanos mayores de 18 años pueden disfrutar de las múltiples variantes disponibles de juegos de azar. Sin duda, los casinos online son la manera de apostar más popular en la actualidad. Estas plataformas proporcionan la posibilidad de jugar cómoda y discretamente desde nuestro hogar. Además, nos ofrecen cientos de juegos de tragamonedas, de cartas o de apuestas deportivas, a los que podemos acceder de manera rápida y sencilla. Asimismo, gracias a los bonos de bienvenida o a los bonos por suscripción la posibilidad de ganar premios son mucho mayores. Definitivamente, los jugadores de hoy en día pueden sentirse unos privilegiados, si se comparan con los de hace varios siglos.
