A millones de personas les gusta el póker y, si bien conocen las reglas y modalidades básicas del juego, no pueden presumir de ser realmente buenos jugadores. ¿Eres uno de ellos? Tranquilo, todos tenemos siempre algo que aprender en el fantástico mundo del póker, un juego tan adictivo como peligroso, si no tienes las herramientas y experiencia suficiente para salir victorioso de casa mesa.
Hoy te explicamos algunos consejos para mejorar tus chances en cada apuesta . Y recuerda: la mejor mano siempre será la próxima.
Mantente siempre alerta, pendiente de cada detalle
En el poker, los observadores triunfan. En cada mano suceden cientos de detalles que pueden ser imperceptibles para la mayoría, pero no para un auténtico ganador. Debes analizar cada gesto, cada decisión, cada movimiento de tus adversarios . Incluso su forma de vestir, sus gestos, sus hábitos.
Almacena toda la información posible de cada rival en tu subconsciente y podrás estar cada vez más cerca de leer la mente de tus rivales. Del mismo modo, utiliza esta información para distraer a tus contrincantes. Debes asumir el control de la situación, hacer que él caiga en tu estrategia y que los demás jueguen a tu favor.
Por supuestos, esto lleva tiempo, pero cada mano de apuestas es una oportunidad fantástica para acumular toda la experiencia posible. En cuanto se reparte las cartas, el mundo gira alrededor de la mesa. Nunca lo olvides.
En el póker, el bolsillo y las emociones hacen la diferencia
Algo que siempre debes considerar antes de sentarte a jugar póker en casa es cuánto dinero tienes encima. Esto es realmente importante: evita apostar más de lo que realmente tengas en el bolsillo . Así evitarás males mayores, más allá de la bronca irremediable producida por la derrota.
Del mismo modo, el póker es un juego donde manda la lógica, por lo cual debes evitar apostar cuando estés de mal humor e, incluso, tampoco conviene dejarse seducir por la alegría. Las emociones nublan la razón y, con ello, la posibilidad de tomar buenas decisiones puede reducirse drásticamente. Entre más calmado estés antes de comenzar una partida, mucho mejor. La calma y la cordura son estupendas consejeras para un jugador confiado en su habilidad y experiencia.
Y, por supuesto, asegúrate de jugar contra rivales que tengan un nivel similar al tuyo . Si bien jugar con expertos es de gran ayuda para aprender trucos, no le sirve de nada a tus finanzas. Recuerda que en los juegos de cartas mandan las probabilidades. Así que n te arriesgues formando parte de una mesa donde tus aptitudes no auguran demasiadas chances de ganar.
Menos manos, menos alcohol y más descanso
Uno de los errores más comunes jugando póker en casa es creer que por jugar la mayor cantidad posible de manos vas a tener más oportunidades de ganar. Error fatal, típico de los principiantes. Si recibiste una mala mano de cartas, pasa y espera una mejor oportunidad.
Y si ya apostaste, recuerda: el dinero de la apuesta ya no es tuyo . Sé prudente y retírate si la mano no es lo suficientemente buena y evita caer en el juego del rival, pagando por ver sus cartas. Es un riesgo innecesario que, a menos de que estés seguro de tener un muy buen juego, solo te causará problemas.
Del mismo modo, evita ingerir alcohol durante la partida . Mantenerte sobrio siempre será la mejor estrategia para tomar buenas decisiones. Y si piensas que el alcohol te ayudará a relajarte, bájate de esa nube. Si necesitas respirar y aclarar tus ideas, tómate un descanso. Nadie te obliga a jugar todas las manos ni a estar atado a la mesa durante una partida.
Pon en práctica tu criterio junto con estos consejos y, de seguro, disfrutaras más en el póker de lo que jamás hubieses imaginado.